La segunda fase de las negociaciones entre el Reino Unido y la Comisión Europea en relación a los derechos de propiedad intelectual ha comenzado con el objetivo de que se pueda aplicar el Acuerdo de Retirada en marzo del próximo año 2019, fecha fijada para la salida oficial.
En este sentido, la Comisión Europea ya publicó un documento durante el pasado mes de febrero en el que manifestaba su intención de garantizar la protección de los derechos adquiridos por los titulares de las marcas de la UE en Reino Unido. Para evitar cualquier tipo de pérdida de los derechos, propone su reconocimiento de manera automática a través de la realización de un único trámite, que no suponga un elevado coste para las marcas, ante las autoridades británicas.
El sistema propuesto transformaría los derechos de marca registrados en la Oficina de Propiedad Intelectual de la UE, EUIPO, en derechos británicos. Además, la CE ha solicitado a Reino Unido la implementación de una legislación a nivel nacional en materia de indicaciones geográficas y denominaciones de origen con el objetivo de garantizar su protección.
Salida del Reino Unido de la Unión Europea
Asimismo, resulta fundamental que los empresarios tengan en cuenta que a partir de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, los registros de marca de la UE dejarían de tener validez en Reino Unido, así como las antigüedades. Por otro lado, las marcas británicas dejarán de servir de base en procedimientos de oposición ante la EUIPO y el uso de la marca de la Unión en Reino Unido ya no servirá para evitar su cancelación por no uso si no se ha utilizado en alguno de los 27 países de la UE.
Para paliar estos efectos del brexit, la CE propone ofrecer a los titulares de registros de marcas de la Unión Europea la posibilidad de obtener un derecho equivalente hasta el 31 de diciembre de 2020, y con la misma fecha de prioridad en Reino Unido. La otra opción propuesta sería el depósito de una solicitud en Reino Unido con la misma fecha de prioridad que la marca de la UE hasta 9 meses después de la finalización del periodo de transición.
La Comisión ha destacado la importancia de anticiparse a los efectos del brexit ante la posibilidad de que finalmente no se alcance un acuerdo, y comenzar a informarse y tomar medidas desde ahora, sobre todo para las nuevas solicitudes.