Hoy, 8 de marzo de 2024, queremos conmemorar a una mujer emprendedora adelantada a su tiempo y a la vez una gran desconocida: Francisca Jaquinet. Ella fue la primera mujer en inscribir una patente en nuestro país el 6 de octubre de 1826, concretamente el Real Privilegio nº 008 ‘Máquina de chimenea portátil económica’. Debido a las circunstancias de la época, la solicitante de origen francés afincada en Madrid atribuyó la invención a su difunto marido, Juan Nicolás Jaquinet, haciendo valer su condición de “Viuda de”. El privilegio se publicó en la Gaceta de Madrid (el BOE de la época) con fecha sábado 3 de febrero de 1827.
El privilegio concedido a Jaquinet en 1827 permitía la comercialización en exclusiva por cinco años de una chimenea económica portátil que “puede ponerse en cualquier pieza de la casa sin inconveniente y con las ventajas de preservar del humo y del mal olor, del combustible y de que la fuerza del calor es mucho más grande y sensible que en las ordinarias”.
Francisca Jaquinet fue una gran empresaria con conocimientos técnicos, mecánicos, jurídicos, financieros e incluso de marketing, algo muy raro para una mujer de la época. Se atrevió a denunciar en prensa a los caldereros y cerrajeros que copiaban sus chimeneas como aparece en la siguiente noticia: “Habiendo sabido doña Francisca, viuda de Jaquinet, que unos caldereros y cerrajeros se han puesto a fabricar chimeneas portátiles, invención de su difunto esposo, previene al público es fácil que estos individuos, faltos de inteligencia en la materia, incendien las casas, bien sea porque supriman alguna circunstancia de las que exige la perfección de la obra, como la igualdad de los ángulos, al dejar una suficiente concavidad del centro al fondo, para que se interponga la columna de aire que disminuya el grado de calor, y facilite la correspondencia de éste y la salida del humo, bien porque olviden colocar el resorte en el centro de la magnitud necesaria al buque de la chimenea o por cualquiera otro accidente, pues no teniendo otros principios que el haber desarmado una de las ya vencidas [sic] de su difunto marido, pueden por ignorancia caer en ese error y desacreditar un establecimiento tan útil y económico. La dicha Doña Francisca, ha obtenido privilegio exclusivo por Su Majestad, y se prohíbe por su Real Decreto que persona alguna sin distinción de clase pueda fabricar ni negociar en esta especie de máquinas por el espacio de cinco años, debiendo perseguir como persigue a los contraventores por el bien de la sociedad”.
Posteriormente, Francisca Jaquinet fue más lejos y denunció a Leandro Valet en 1827 por usurpación de sus derechos. Años más tarde, en 1830, vendió sus derechos a Luis Vallet, vecino de Madrid, que obtuvo el Real Privilegio nº 66 “privilegio exclusivo por cinco años para asegurar la propiedad y elaboración de unas chimeneas económicas y portátiles que ha introducido de Paris”, que se publicó el sábado 15 de enero de 1831 en la Gaceta de Madrid. Como peculiaridad queremos señalar que entre 1830 y 1855, Luis Vallet obtuvo nueve privilegios reales…de los que cinco estaban relacionadas con las chimeneas y sus accesorios. Dadas las vicisitudes a las que tuvo que enfrentarse en aquella época Francisca Jaquinet como mujer, nos encontramos ante la duda de si pudieron ser invenciones suyas.
Con motivo de la exposición pública de los productos de la industria española inaugurada el 30 de julio de 1827, Francisca Jaquinet obtuvo una medalla de bronce, entregada por Fernando VII. Seguramente nos encontremos ante la referencia más antigua a un premio en materia de diseño industrial concedido a una mujer en España. Confiamos en que se creen más premios para reconocer el valor de la mujer en la ciencia, como la tercera convocatoria de los premios a la mejor invención de la OEPM, que estable una categoría específica en los premios a la “Mejor Patente de una mujer inventora”.