Delitos contra la Propiedad Intelectual: Evaluación de amenazas y Estudio cualitativo de riesgos.

Europol y la Oficina de la Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) han realizado la primera evaluación llevada a cabo utilizando datos a escala de la UE, sobre la amenaza que representan los delitos contra la propiedad intelectual (PI). La conclusión ha sido clara: en su mayor parte, las actividades delictivas de falsificación se llevan a cabo por redes de delincuencia organizada, cada vez más profesionalizadas y que obtienen grandes beneficios corriendo unos riesgos relativamente escasos.

 

Aunque las falsificaciones se siguen fabricando mayoritariamente en países fuera de Europa (sobre todo en Asia), el informe constata un paulatino crecimiento de falsificaciones de fabricación europea. Respecto a las categorías de productos, además de las tradicionales de prendas de vestir, calzado y productos de lujo falsificados, se aprecia el despunte del comercio de productos falsificados que pueden dañar la salud humana. Un ejemplo de esta situación sería el comercio de medicamentos falsificados para el tratamiento de enfermedades graves, que parece estar aumentando.

 

Respecto a los contenidos digitales ilegales, la evaluación concluye asimismo que siguen distribuyéndose a través de portales, redes y plataformas que generan a sus propietarios beneficios y que, en muchos casos, se usan también en actuaciones contra los consumidores, empleando técnicas de captación ilegítima de datos confidenciales (phishing) o difusión de software malicioso.

 

Europol y la EUIPO están decididas a continuar con sus esfuerzos para, en colaboración con los Estados miembros de la UE y sus socios, poner freno a las redes delictivas que sustentan un comercio que además de ilegal, resulta peligroso para la salud y la seguridad de los consumidores.

 

Por su parte, el Observatorio Europeo de las Vulneraciones de los Derechos de Propiedad Intelectual («el Observatorio») ha analizado los productos falsificados tanto desde la perspectiva de la vulneración de la propiedad intelectual como de la no conformidad con las disposiciones en vigor en materia de seguridad y salud.

 

El estudio realizado indica que las empresas que participan en la fabricación de productos que infringen deliberadamente los derechos de propiedad intelectual (DPI), por lo general, prestan poca atención a la calidad y, lo que es más importante, a la seguridad de sus productos. Estos productos pueden contener sustancias o componentes que no cumplen los requisitos europeos de seguridad y, por tanto, pueden presentar riesgos potencialmente peligrosos para la salud y la seguridad de los consumidores, lo que va en contra de la exigencia de que solo puedan introducirse en el mercado de la UE productos seguros.

 

«el Observatorio» ha utilizado para su estudio las alertas presentadas por las autoridades de vigilancia del mercado de la UE en el «Sistema de alerta rápida para productos no alimenticios peligrosos» de la Comisión Europea (sistema RAPEX), las cuales han servido de base para demostrar la magnitud de los peligros para la salud que entrañan los productos falsificados. Los siete riesgos más comunes comunicados en las alertas analizadas son: sustancias químicas, lesiones, estrangulamiento, asfixia, descargas eléctricas, daños auditivos o incendios.

 

El fenómeno de la delincuencia organizada de las falsificaciones, tiene implicaciones más amplias que la simple vulneración de los DPI: conlleva en muchas ocasiones un grave riesgo para la seguridad y la salud.

 

Para más información consultar:

 

Evaluación de amenazas: resumen ejecutivo

 

Estudio de riesgo de las falsificaciones: resumen ejecutivo