Fagor S. Coop ha anunciado recientemente la vuelta al mercado de Fagor Electrodomésticos tras alcanzar un acuerdo con Edesa Industrial (propiedad de CNA Group), con el que ponen punto y final al pleito por la marca que les enfrentaba por vía judicial. Dicho acuerdo establece la renuncia formal por parte de Edesa Industrial-CNA Group a seguir reclamando la marca y su cesión a la empresa Fagor S. Coop. que ha decidido licenciarla de nuevo en el sector del electrodoméstico.
Con este objetivo, Fagor S. Coop ha llevado a cabo diversas reuniones con empresas interesadas, entre las que destaca la empresa polaca Amica, que ya en 2014, mostró interés por adquirir la marca Fagor Electrodomésticos al Grupo Mondragón, y con la que la cooperativa vasca ha alcanzado un “preacuerdo para la firma de una posible licencia”, que permitiría a Amica su uso en los electrodomésticos de línea blanca.
El grupo empresarial polaco Amica, con el que se encuentra en negociaciones la corporación vasca cuenta con más de 70 años de experiencia y más de 2.000 productos que comercializa en un total de 50 países.
Orígenes del conflicto con CNA Group
El conflicto entre CNA Group y Fagor S. Coop. se remonta al año 2017, momento en que Fagor Electrodomésticos atravesaba una grave crisis. En aquel momento, el grupo catalán, propietario de la marca había cerrado ya su emblemática sede en Arrasate en el marco del concurso de acreedores de las plantas de Edesa Industrial y Geyser Gastech.
Con el objetivo de reflotar la empresa, CNA Group alcanzó una propuesta de convenio que abarcaba una inversión de 26,8 millones por parte de la polaca Amica que irían destinados a la adquisición de la línea productiva de línea blanca de Edesa Industrial y a la constitución de una filial de la empresa polaca para la comercialización de estos productos. Gracias a todo esto, se conservarían 140 empleos en la CAPV, que se ampliarían a 200 en tres años.
También era condición indispensable la cesión por parte del Grupo Mondragón de la marca Fagor a la empresa Amica que se comprometía al pago de los royalties y a la financiación de la campaña publicitaria de la marca.
La otra opción era el alquiler de la marca por parte del Grupo Mondragón con el objetivo de continuar con la actividad de Edesa Industrial. Posteriormente, se dio a conocer que la cooperativa había interpuesto una demanda con el objetivo de dar por finalizado el contrato de cesión de la marca a CNA Group, que en principio era para 30 años con las condiciones, según señaló el Grupo Mondragón de mantener un mínimo de 350 empleados o abonar los royalties, y que la empresa catalana, no habría cumplido.
Pese a que, tras estudiar el caso, el Juzgado de lo Mercantil dio la razón al Grupo Mondragón, el conflicto entre ambas continuó por vía judicial y no ha sido hasta alcanzar el acuerdo cuando finalmente se ha dado por terminado de manera satisfactoria para las dos corporaciones.
Asimismo, el Grupo Mondragón ha dado a conocer también sus negociaciones con otras sociedades para la fabricación de pequeño aparato eléctrico, utensilios de cocina y confort.